Sueños lúcidos

He rescatado un texto que escribió mi hermano Miguel hace bastante tiempo, aún lo tiene colgado en esta web, pero lo reproduzco de nuevo acá para todos los soñadores que nos visiten.

EL MUNDO ONÍRICO

Pequeña guía sobre sueños y sueños lúcidos

por Miguel Vázquez-Prada


Contenido

1. LOS SUEÑOS

2.¿CÓMO SOÑAMOS?

3. EL CICLO DEL SUEÑO

4. EL CEREBRO Y LOS SUEÑOS

5. ¿PORQUÉ SOÑAMOS?

6. LOS SUEÑOS LÚCIDOS

7. EL RECUERDO DE LOS SUEÑOS: EL DIARIO

8. LAS TÉCNICAS DE INDUCCIÓN

9. EN UN SUEÑO LÚCIDO

10. PROYECCIÓN ONÍRICA

11.CONCLUSIÓN

12.BIBLIOGRAFÍA

13. TABLA RESUMEN CICLOS DEL SUEÑO


1. LOS SUEÑOS

Un gran poeta es un hombre que puede hacer despierto lo que los demás hacen en sueños.
Schopenhauer

A los 60 años hemos pasado más de 5 años en el increíble mundo de los sueño.Volar, conversar con seres desconocidos, ser perseguidos por asesinos, realizar cosas incongruentes sin darnos cuenta, visitar otras civilizaciones, etc., etc. …

Todos nosotros soñamos durante unos 100 minutos todas las noches, pero, ¿Qué son los sueños? ¿Tienen algún significado? ¿Cuál es su función? Desde la más remota antigüedad el hombre se ha asombrado ante ese extraño mundo. Se han dado las más dispares explicaciones: El alma pasa a otro plano de existencia cuando dormimos, la mente consciente muere de noche y vuelve a nacer al despertar, se libera el inconsciente, ….

El carácter misterioso del fenómeno onírico propició la aparición de intérpretes, futurólogos, onirománticos …

Han influido también en muchas obras filosóficas (algunos autores atribuyen a los sueños la aparición del concepto de alma en casi todas las culturas), científicas, literarias, pictóricas, musicales y artísticas en general . Se han hecho muchos progresos en la ciencia que permiten esclarecer algunos puntos sobre el tema, pero no todo (ni mucho menos) está explicado hoy en día.

Veamos qué es lo que se sabe actualmente sobre qué le pasa al cuerpo cuando dormimos:

2. ¿CÓMO SOÑAMOS?

Las primeras teorías sobre el funcionamiento de los sueños aparecen en el siglo XIX: Alfred Maury propone que los sueños son un estado mezcla entre la vigilia y el dormir. Así, se darían cuando nos acostamos o cuando nos despertamos por algún motivo. El cerebro se encuentra entre dos estados y aparece una mezcla: El sueño. Sin embargo al despertar, muchas veces no se recuerda ningún sueño y otras cuando el despertar es brusco recordamos una larga historia…

En 1937 Klaue describe mediante la aplicación del EEG (electroencefalograma) el sueño del gato en el que se nombra el «sueño ligero», con bruscos movimientos oculares. Su trabajo no obtiene resonancia científica. También por esa época A. Loomis usa el EEG sobre el hombre para observar que el cerebro no está inactivo durante la noche y además la actividad varía considerablemente a lo largo de ella. En 1944 el alemán Olhmeyer cita periodos de erección en el hombre mientras duerme.

En 1953 Arezky descubre periodos de bruscos movimientos de ojos (REM: Rapid Eye Mouvement), que asocia con el soñar. Entre 1953 y 1958 W. Dement y N. Kleitman sientan las bases de la fisiología del sueño .

Durante la fase REM (también llamado sueño activo), el cerebro presenta una actividad muy similar a la de la vigilia (tanto que algunos investigadores lo definen como otro estado completamente distinto al del dormir). Por ello Michel Jouvet y François Michel introducen el concepto «sueño paradójico» (sueño REM): El tercer estado de conciencia . Cuando se despierta una persona que se encuentra en estado REM, el 85% de las ocasiones asegura estar soñando. Durante el periodo NREM (de No REM: cuando no se dan las características de la fase REM, y que también se denomina sueño lento) se recuerdan un 30% aproximadamente de las veces alguna actividad, pensamientos, etc., pero no sueños como tales (sólo se dan en el 15% de las ocasiones) Ahora se sabe que cuando dormimos vamos pasando, de forma cíclica, por periodos NREM y periodos REM .

3. EL CICLO DEL SUEÑO

Después de muchos registros de personas durmiendo, este es el perfil típico de una noche de 8 horas en un adulto:

Cuando nos acostamos el cuerpo se relaja y la actividad del cerebro disminuye. Empezamos a adormecernos, perdiendo poco a poco la consciencia y teniendo a veces alucinaciones (imágenes hipnagógicas) y otros fenómenos (parálisis, percepción de sonidos, etc.). Estamos en la fase NREM 1.

Seguidamente empieza el «sueño profundo» (o sueño lento) y entonces, conforme pasamos por las fases NREM 2, NREM 3 y NREM 4 nos hacemos más insensibles al mundo exterior (sueño más profundo) y disminuyen los procesos mentales. La actividad del cerebro consiste principalmente en unas ondas lentas (las ondas Delta) que lo «sincronizan». Al terminar el periodo NREM 4 nos movemos (por ejemplo cambiando de lado) , el cerebro se empieza a activar, los ojos de mueven de un lado a otro, la respiración se hace irregular, surgen rápidas contracciones (sobre todo de las manos y el rostro). En el hombre aparece la erección y en la mujer se humedece la vagina: Estamos en plena fase REM, y si nos despiertan diremos seguramente que soñábamos. Además estamos paralizados: los impulsos motores no pueden llegar al cuerpo. Esto se explica debido a la actividad onírica que se desarrolla entonces. Si no estuviéramos bloqueados, reaccionaríamos ante la escena del sueño, por ejemplo corriendo, con catastróficas consecuencias. Se han observado animales que no tienen la parte cerebral inhibitoria, responder con saltos y persecuciones ante las imágenes del sueño y estando a la vez totalmente aislados del entorno exterior. El cerebro dispone de un «sistema de seguridad» que impide que entremos en fase REM sin haber pasado antes por alguna fase NREM, o de forma repentina .

Al finalizar la fase REM nos volvemos a mover y entramos otra vez en los periodos NREM, repitiéndose el ciclo unas 4 o 5 veces, durando cada uno una media de unas dos horas. Al transcurrir la noche, las fases se hacen más intensas (por ejemplo al finalizar la noche los sueños son más vívidos); la fase REM se hace más larga (empieza con una duración de unos 10 minutos, acabando en unos 30 minutos aproximadamente) y las fases NREM se hacen más cortas. El primer ciclo NREM se completa en unos 90 minutos apareciendo seguidamente la primera fase REM. En total estamos, aproximadamente un 20% de la noche (unos 100 minutos) en fase REM.

Por supuesto se dan muchas variaciones en diferentes personas y situaciones. Como ejemplo, después de una noche en vela, al recuperar el sueño, el periodo NREM 4 se alarga considerablemente, mientras el REM no aparece o se acorta mucho .

EN RESUMEN:

Existen dos tipos de sueño muy distintos, que se van alternando durante la noche: El sueño NREM y el sueño REM. Es durante este último que se dan los sueños. Pasamos unos 100 minutos por noche soñando.

4. EL CEREBRO Y LOS SUEÑOS

La parte responsable del ciclo sueño-vigilia está situada en la parte bajo-central del cerebro y tiene una pequeña extensión, localizada en y cerca de la protuberancia (ver dibujo). El centro regulador de la vigilia se encuentra en el llamado sistema reticular.

Los núcleos rafe son los responsables del sueño NREM. Las neuronas de los rafe utilizan la serotonina como neurotransmisor. Si falta ésta o los rafe se inhibe el sueño lento pero también el REM: el sueño paradójico está «conectado» al ciclo del sueño NREM.

En la protuberancia existen grandes neuronas que extienden sus filamentos hacia diversas partes del cerebro (entre ellas el cortex visual y los centros motores). Estas macrocélulas están inactivas durante la vigilia, poco activas durante el sueño lento, y no paran de chispear durante los sueños. Los núcleos rafe junto con el locus coeruleus entran en interacción de tipo realimentación negativa con las macrocélulas, lo que provoca fases de actividad en ellas (que corresponde a la fase REM) y fases de inactividad (NREM). Las macrcélulas usan la acetilcolina y los rafe la noradrelanina como neurotransmisor.

cerebro

Falta por ver cómo se consigue el «desconectar el cuerpo» del cerebro durante los sueños. Esto se consigue estimulando desde la protuberancia la zona del bulbo, impidiendo así el paso de los impulsos motores por la médula espinal. Algunos especialmente intensos consiguen pasar produciendo esas típicas contracciones rápidas.

Justo antes y durante la fase REM, las macrocélulas generan intensas ondas eléctricas (llamadas PGO) que aparecen en tres zonas principales: en la protuberancia y en los dos centros visuales. Esto podría explicar el proceso de los sueños al crearse a partir de señales que el cerebro interpreta de forma más o menos coherente.

EN RESUMEN:

Los núcleos rafe son responsables del sueño NREM y las macrocélulas del REM. Los dos periodos están «conectados». Durante el sueño paradójico, se inhiben los impulsos motores y se genera una verdadera «tormenta cerebral».

Estas son las ondas (corrientes eléctricas que indican actividad cerebral) que presenta el cerebro cuando se le aplica un EEG. La frecuencia de las ondas se dan en Hercios (Hz= nº de oscilaciones por segundo).

Ondas Beta(14-35Hz) Despierto,excitado Ondas Alfa (8-13Hz) Despierto,tranquilo y relajado Ondas Theta (4-7Hz) adormecimiento Ondas Delta (<4Hz) Sueño profundo
ondas beta alfa o theta o. delta

Estado NREM 2,

Inicio sueño profundo, Complejos K:

Estado NREM 2

Inicio sueño profundo, Ondas en Huso

Inicio fase REM

Ondas en diente de sierra

compl K o huso o sierra

Tabla resumen de la fisiología del sueño

DORMIR

SOÑAR

reflejos de los tendones

presentes ausentes

tono muscular

presente ausente (*)

ojos

inmóviles o movimientos pendulares muy lentos movimientos rápidos horizontales o verticales

pupilas

siempre en miosis (**) miosis; a veces dilatación

respiración

lenta y regular irregular, a veces largaspausas

ritmo cardíaco

lento y regular irregular aceleraciones y deceleraciones frecuentes

pene o vagina

sin erección (vagina sin humedecer y clítoris sin erección) erección (vagina húmeda y clítoris en erección) (***)

* La ausencia de tono se percibe bien cuando la persona que duerme se encuentra sentada: Al faltar el tono muscular, los músculos se relajan y la cabeza cae repentinamente por su peso hacia un lado o hacia adelante, lo que provoca la mayoría de las veces el despertar.

** La miosis es la contracción permanente de la pupila.

*** La erección o su equivalente femenino se dan independientemente del tema de sueño. Además se da en personas de todas las edades, desde los bebés hasta los ancianos. Los mecanismos que lo producen no se han explicado todavía.

5. ¿PORQUÉ SOÑAMOS?

No todos los animales duermen de forma similar a como lo hacen los humanos. Unicamente los de sangre caliente tienen un sueño de ondas lentas (sueño profundo). La fase REM se da en los pájaros y principalmente en los mamíferos . Hay una relación estrecha entre la peligrosidad a la que se ven enfrentadas las especies y la duración del sueño REM: cuanto más seguro más sueños. El campeón de soñar es el gato que pasa unos 200 minutos en fase REM al día (lo que lamentablemente ha producido que muchos científicos se ensañen experimentando sobre ellos).

En los bebés un sueño tipo REM aparece ya antes que el estado de vigilia. Entonces ocupa un 50% del tiempo de sueño, reduciéndose esta proporción conforme se crece, hasta darse el 20% en los adultos.

Parece bastante claro que el sueño NREM tiene mucho que ver con el ahorro de energía que este supone (se consume un 40% menos aproximadamente), pero seguramente ocurren muchas más cosas mientras dormimos, que no se han aclarado aún del todo (seguramente relacionadas con la «reparación» o «reordenación» de diferentes partes del cuerpo). No basta con quedarse inmóvil, descansando para poder vivir de forma normal; hay que dormir . Sin embargo la privación a medio plazo del sueño activo (REM) no parece tener consecuencias graves para el organismo. Entonces: ¿porqué se sueña?

Citaremos algunas de las teorías más conocidas sobre la función del sueño REM:

  • El «desaprendizaje» (soñar para olvidar):
    Los sueños serían una forma de eliminar las «malas conexiones» que se generan durante el día. Por ello los sueños tienen que ser olvidados. El recordarlos conscientemente podría implicar no eliminar esos defectos (aunque jamás se ha podido demostrar que el acordarse de gran número de sueños tenga alguna consecuencia a nivel mental; es más, muchos «grandes pensadores» tenían y tienen una gran capacidad memorística para los episodios oníricos).
  • La activación y testeo:
    Para mantener las neuronas se utilizan una serie de instrucciones para activar y testear el sistema a intervalos regulares: el sueño REM. También puede ser que durante el sueño activo se estimulen los centros de la consciencia después de un periodo en el cual no hay casi procesos mentales, protegiendo así a la mente de periodos demasiado largos de inactividad.
  • La maduración del sistema nervioso:
    Al observarse que cuanto más inmaduro es el animal, más duradera es la fase REM se piensa que el sueño REM tiene como función la organización (y quizás mantenimiento) del sistema nervioso central.
  • La reparación del cerebro:
    El periodo REM se encargaría de la reparación (o restablecimiento bioquímico) del cerebro y el NREM del resto del cuerpo.
  • Las capacidades intelectuales creativas:
    El sueño activo se encargaría del rendimiento de tareas mentales originales, creativas, etc. Se ha demostrado que la privación de fase REM afecta a estas habilidades.
  • La información genética:
    El sueño REM serviría para la estimulación de conexiones cerebrales genéticamente programadas. Así en esta fase, se activaría la información genética, combinándose ésta con la estructura adquirida durante la vida. Se ha observado que los gemelos monocigóticos presentan un esquema de actividad cerebral muy parecido durante el sueño paradójico.

Visto todo esto, parece claro que no se sabe en realidad para qué sirve el sueño REM. Seguramente la verdad es una mezcla de todas estas teorías y también es posible que falten aún grandes descubrimientos en este campo.

En cuanto al significado de los sueños hay dos opciones principales: o son causa o son efecto.

Si fueran causa, los sueños tendrían su valor por su significado (también en el resto de mamíferos). Serían quizás una liberación del inconsciente (Freud, …) o quizás una manera de procesar información que sea útil en la vigilia (por ejemplo «construir» el inconsciente de forma que ante una situación dada reaccionemos de forma automática al haberlo vivido ya en sueños), etc. …

Si fueran efecto, el cerebro sería el que interpretase esas señales que se originan por motivos que no tienen que ver con el sentido del sueño, intentando dar una cierta coherencia a estímulos producidos durante la fase REM.

EN RESUMEN:

No se sabe exactamente qué función desempeña la fase REM, pero parece que tiene que ver con la organización o reparación de los procesos mentales que permiten la afluencia y ordenación de las informaciones. Sólo los animales de sangre caliente sueñan. Los sueños pueden ser una interpretación cerebral de impulsos originados por un motivo ajeno al proceso onírico o bien existir porque tienen alguna utilidad por ellos mismos.

6. LOS SUEÑOS LÚCIDOS

Los sueños son algo realmente excepcional, en ellos ocurren todo tipo de hechos, desde los más normales hasta los imposibles o surrealistas. Pero algo no funciona del todo bien cuando soñamos, porque pase lo que pase, la mente se cree lo que está ocurriendo. Volar; desaparecer de un sitio para inmediatamente aparecer en otro; tener un aspecto diferente al nuestro; etc. Si esto ocurriera en la realidad, pensaríamos estar locos, o sufrir alucinaciones. Pero en el mundo onírico esto no pasa: todo parece ser lógico.

La consciencia de los sueños es diferente a la de la vigilia. No hay la misma «crítica» ante lo que sucede y se suelen vivir de forma distinta, muchas veces como si no estuviéramos directamente involucrados en ellos: son como inconscientes o involuntarios. Pero a veces esto no es así, y se produce un fenómeno que es sorprendente y difícil de olvidar: se tiene un Sueño Lúcido.

Un sueño lúcido se da cuando durante un sueño sabemos que estamos soñando, somos conscientes de ello y podemos actuar de forma voluntaria: Tenemos la mente de la vigilia en el mundo onírico.

Imaginemos por un momento un sueño durante el cual nos ataca una horrenda criatura. De repente «entramos» en él al darnos cuenta de que es un sueño, iniciándose así un sueño lúcido. Podemos dejar que nos acuchille tantas veces como quiera : no nos va a pasar nada. Cuando se canse, podremos discutir tranquilamente con ella sobre el tema que más nos interese, haciéndonos amigo suyo y visitando a su familia, disfrutando de un excelente banquete, para luego irnos volando a ver un concierto de nuestro ídolo (por supuesto tocando con él). ¡¡¡Se puede hacer cualquier cosa que se nos ocurra !!!.

Gran número de hombres y mujeres han tenido alguna vez un sueño lúcido y hay muchas personas que pueden tenerlos cuando quieren . Es cuestión de usar las técnicas adecuadas y de ser constantes.

7. EL RECUERDO DE LOS SUEÑOS: EL DIARIO

La mayoría de los experimentados «lucidonautas» (personas que tienen sueños lúcidos) insisten en la importancia de aprender a recordar los sueños. La principal ayuda para ello es hacer un diario de sueños donde anotaremos todo lo que sea posible rememorar. Conseguiremos así, en poco tiempo, acercarnos más al mundo onírico y observar cuales son los hechos, personas, situaciones, etc. más comunes.

Así mismo es importante escribir los acontecimientos que más nos llamen la atención por su imposibilidad o incongruencia (los llamaremos indicios de sueño). Si se ha dado en un sueño normal no habremos sido conscientes de ello, pero quizás si se reproduce en un siguiente episodio onírico, recordaremos que no es un hecho normal, que es propio de un sueño, induciendo posiblemente así un sueño lúcido. En el diario se recomienda, por ejemplo, subrayar los personajes que aparecen y encuadrar los indicios de sueños.

Hay que insistir mucho en que el diario es un aspecto fundamental para obtener algún resultado. Es también de gran ayuda escribir un resumen de sueños, un resumen de sueños lúcidos y tener un calendario de sueños.

8. LAS TÉCNICAS DE INDUCCIÓN

La inducción de un sueño lúcido puede ser de dos tipos:

  1. Desde la vigilia sin haberse dormido completamente
  2. Estando ya completamente dormidos.

La primera forma (aún siendo un sueño lúcido) se le suele denominar de otro modo. Por ejemplo «Viaje Astral», «Experiencia Extracorpórea», «OBE» (Out of Boby Experience), etc. Nosotros lo llamaremos Proyección Onírica, pero insistimos en que se trata del mismo fenómeno.

La segunda forma es el sueño lúcido por excelencia.

Las técnicas propias de la proyección onírica se tratan en su sección. Por ahora nos centramos en las técnicas de inducción de sueños lúcidos, es decir, hacernos conscientes mientras estamos soñando.

Existen numerosos métodos para obtener sueños lúcidos. Lo mejor es elegir el o los que mejor nos parezcan. No es conveniente aplicar demasiados al mismo tiempo. Más vale dedicarse en cuerpo y alma a uno en concreto y si no nos da resultado, podremos cambiar a otro. Todos consisten básicamente en lo mismo: acercar de algún modo la consciencia del sueño a la consciencia de la vigilia, de manera que sepamos que estamos soñando. Hay que pasar de la mente inconsciente a la consciente y por ello no valen muchos de los procedimientos que utilizamos en la vida cotidiana para conseguir un fin determinado. De ahí que sea tan importante el ser perseverantes.

El forzarnos mucho a tener sueños lúcidos puede ser contraproducente. Hay que desearlo con intensidad pero no con ansia (la mente es realmente sutil…..) . Recordar que es importante mantener el diario de sueños.

  • AUTOSUGESTIÓN
    Esta técnica consiste simplemente en autosugestionarse antes de dormir, pensando (mejor en voz alta) que vamos a tener un sueño lúcido esa noche. Podemos escribir también esto en el diario de sueños. A algunas personas las basta con esto para conseguir su propósito pero son una afortunada excepción (aunque quizás sea esto suficiente y lo que ocurre es que los demás lo hacen de forma inadecuada).
  • INCUBACIÓN DE SUEÑO
    Antes de acostarnos pensaremos en un tema de sueño. Repitiendo muchas veces al dormirnos que soñaremos con ello, y en tal caso, sabremos que es un sueño. Puede ayudar tener varios símbolos en el entorno donde dormimos que recuerden el tema elegido (fotos, figuras, etc.). Cuanto mejor lo preparemos más posibilidades hay. Podremos indicar en el diario nuestra intención, para después escribir si lo hemos conseguido.
  • EL TEST DE REALIDAD
    Consiste en preguntarse múltiples veces al día: ¿estoy soñando o despierto?. Miraremos nuestro entorno en busca de una señal de carácter onírico. Por supuesto no lo encontraremos a menos que estemos dormidos. El truco reside en acostumbrar a la mente a que se pregunte esto y así quizás lo haga durante un sueño y entonces es probable que descubramos algo y nos hagamos conscientes. Una posibilidad es tener un reloj que pite cada cierto tiempo (cada hora,…), haciendo cada vez un test de realidad, empezando por mirar el propio reloj. Una variante de esto es el mirarse fijamente las manos en cada ocasión.
  • EL SUEÑO IMAGINADO
    Cuando nos despertemos por la noche en mitad de un sueño, intentaremos permanecer completamente despiertos durante unos minutos (cuanto más mejor, por ejemplo media hora). Primeramente lo anotaremos en el diario y luego, antes de dormir otra vez, imaginaremos estar soñando de nuevo el sueño interrumpido (recreando las imágenes, las sensaciones, etc.) y que se torna un sueño lúcido. Nos repetiremos: «El próximo sueño será uno lúcido, cuando sueñe con esto me volveré consciente.». Este método es particularmente eficaz cuando se realiza de madrugada, cuando falta poco para la hora de despertar (por ejemplo una hora y media) .
  • INDICIOS DE SUEÑO
    Una de las técnicas más empleadas consiste en intentar descubrir durante un sueño los hechos extraños que no pertenecen al mundo real. Una vez percibido uno, es probable que induzcamos un sueño lúcido. La mejor forma de conseguir esto es anotar en el diario y en el resumen de sueños los indicios de sueño (ver más adelante, en la sección «El resumen de sueños»). Podemos también tener aparte una «colección» de indicios (así veremos claramente los más frecuentes, …). Esto se puede realizar simultáneamente con otros métodos.
  • CAMBIAR LA PESADILLA
    Mucha gente tiene pesadillas recurrentes. Esto, paradójicamente, es una ventaja para inducir sueños lúcidos. Hay que recordar bien ese mal sueño e imaginar que en el momento más angustioso nos decimos que eso es únicamente un sueño y nada más. Además somos los dueños absolutos y no nos va a pasar nada: al hacernos conscientes de ello podremos alterarlo y hacer que se transforme en un sueño normal.
  • ESTÍMULOS EXTERNOS
    Mientras dormimos el cerebro no está del todo aislado del exterior. Algunos sonidos, luces, etc. pueden penetrar en el sueño. Basándose en ese hecho, se han diseñado multitud de dispositivos que inducen sueños lúcidos. El más conocido es el aparato Dream Light que es un «casco» que se pone durante la noche y que detecta cuando entramos en fase REM. Entonces emite unos destellos lumínicos que se pueden observar en el entorno del sueño. Así, al darnos cuenta de ello, inducimos el sueño lúcido. Otra posibilidad, más «casera», consiste en grabarnos en una cinta repitiendo «estoy soñando» multitud de veces. Por medio de un temporizador haremos que se ponga en marcha en el momento en el que probablemente estemos soñando .
  • Otra técnica relacionada con esto, que llamaré la del «GUANTE MÁGICO «, consiste en ponerse por la noche un guante (mejor si tiene alguna característica especial) . Intentaremos que durante algún sueño nos miremos las manos o hagamos algo relacionado con ellas, viendo así el guante o pensando así en él. Con esto es posible que entremos en ese sueño (el cuerpo dormido sigue notando el guante, y eso puede ayudar a que aparezca en sueños).

Aspectos generales:

Conforme avanza la noche los sueños suelen ser más largos e intensos (debido a las características del periodo REM) y es más fácil inducir sueños lúcidos. Así mismo durante las siestas es bastante más probable (sobre todo si duran más de una hora y media) el conseguir nuestro propósito. No hay que desanimarse si en un principio no se obtienen resultados. Poquísimas personas que han sido constantes no han logrado ser unos «lucidonautas». De todas formas ya es suficiente recompensa recordar, y comprender así mejor, muchos más sueños que antes. Hay que proceder poco a poco y no intentar hacerlo todo a la vez. Más vale poco bien hecho que mucho mal hecho. Tampoco es recomendable obsesionarse con conseguir un fin determinado: esto provocaría un efecto adverso.

Si gracias a uno de estos métodos inducimos un sueño lúcido: ¿Qué es lo que se puede hacer?:

9. EN UN SUEÑO LÚCIDO

Como ya hemos dicho, al tener un sueño lúcido somos perfectamente conscientes de estar soñando. Pero esto no es tan sencillo porque rara es la vez que entramos con la mente completamente «despejada»: hay muchos grados de consciencia (aunque hay mucha más consciencia que en un sueño normal). Además es relativamente frecuente que un sueño lúcido se transforme en un sueño normal. Los primeros sueños lúcidos suelen ser muy chocantes pero muy breves: en cuanto pensamos «¡oh, increíble, estoy en un sueño!» nos solemos despertar debido a la intensidad emocional: tan sólo unos pocos segundos. Así pues es conveniente tranquilizarse. No emocionarse demasiado. Los sueños lúcidos no siempre son algo agradable (sobre todo al principio cuando aún no sabemos dominarlos) y resultan a veces muy angustiosos. Todo radica en no tener miedo, ya que no va a ocurrir nada: tan solo es nuestra mente la que representa todo eso. Algunos empiezan en un entorno conocido (por ejemplo en el cuarto donde nos hemos acostado) y entonces, a pesar de tener la consciencia de la vigilia, no sabemos si estamos despiertos o no. Muchos lucidonautas emplean los tests de estado (trucos para saber si estamos soñando o no) como por ejemplo mirar el reloj, pellizcarse, observar el paisaje, las manos, etc. Lo importante es saber que:

si dudamos es que es un sueño

Eso es todo: ante la duda se trata seguro de un sueño lúcido. El problema radica en que no siempre se duda y puede que creamos equivocadamente estar despiertos . Es conveniente aprender a hacer tests de estado en todos los episodios oníricos.

Durante un sueño lúcido se pueden realizar todo tipo de cosas. Los expertos son capaces de cambiar el paisaje, la situación temporal, los personajes y hasta a ellos mismos . En principio bastará con explorar el entorno (por ejemplo volando que es una de las actividades preferidas), conversando con las personas, etc. . Cuando consigamos permanecer un tiempo suficiente en los sueños lúcidos (lo que no es algo demasiado fácil), intentaremos modificar algunos aspectos del sueño. Veamos primeramente como prevenir el despertar:

PREVENIR EL DESPERTAR

Como ya hemos mencionado el «contener» las emociones es un excelente método para que no nos despertemos en unos segundos. También sirve para que el sueño dure más tiempo.

Los sueños lúcidos suelen terminar de una forma curiosa : El sueño se diluye, los colores se vuelven menos intensos y adquieren un matiz transparente: todo se va disolviendo, el sueño está acabando . Para conseguir mantenerlo se emplean distintos procedimientos:

Girar rápidamente:
al ver los indicios del fin del sueño procederemos a dar rápidas vueltas sobre nosotros mismos (como una peonza), pensando en que al parar estaremos otra vez en el sueño lúcido. Es el truco más empleado y suele funcionar.
Mirar el suelo:
observaremos atentamente el suelo, hasta que se estabilice la imagen del sueño .
Desviar la atención del sentido de la vista:
Consiste en concentrarse e intentar percibir el entorno con otro sentido que no sea la vista (por ejemplo el oído o el tacto).

Aunque nos despertemos antes de lo deseado, existe una esperanza: no moverse en absoluto e intentar volver a dormir. Es posible que así continuemos el sueño lúcido (o empiece otro). Si conseguimos estar el tiempo suficiente, ahora hay otro problema: ¿ Cómo despertarse ?

DESPERTARSE

La solución es más fácil de lo que puede parecer en un primer momento. Basta con dirigir la atención al mundo de la vigilia, o aplicar la fórmula que hayamos pensado de antemano. ¡Ojo con los falsos despertares: siempre hacer un test de estado!. Por ejemplo nos podremos despertar al pensar en nuestro cuerpo, o al contar «¡1,2,3, me despierto!». De todas formas no suele ser un problema común. Recordar que somos los dueños absolutos de la situación. Nos despertaremos cuando queramos .

MODIFICAR EL SUEÑO

Una vez hayamos progresado lo suficiente, podemos intentar cambiar el sueño de la forma que queramos. Lo más utilizado para esto es una variante del truco de girar rápidamente: Si queremos cambiar de sueño lúcido (por ejemplo para visitar las pirámides de Egipto), giraremos como una peonza, pensando en que cuando paremos estaremos ahí donde queríamos (o pensando en que aparezca la persona deseada, etc.). Otro método es buscar una puerta o algo similar, concentrándonos en que cuando la abramos tendremos al otro lado lo que habíamos imaginado. Es cuestión de práctica….. . También se puede inducir el tema del sueño lúcido, por ejemplo, usando la técnica incubación de sueño que ya hemos visto.

10. PROYECCIÓN ONÍRICA

Introducción

Una Proyección Onírica no es más que el conseguir entrar en un sueño, de forma que en ningún momento perdemos la consciencia. Esto es: «dormir» el cuerpo sin llegar a «dormir» la mente. Al inducir una proyección onírica nos adentramos en una realidad diferente: el mundo de los sueños. Todo lo que nos rodea es producto de nuestro cerebro. A veces no tenemos cuerpo, otras estamos en un total vacío, etc. Es otra realidad de la que somos los dueños totales (cuando se tiene la suficiente experiencia, claro).

Es otra forma de «entrar» en los sueños. La proyección onírica y el sueño lúcido llegan a lo mismo y se distinguen por la forma en la que se ejecutan. El sueño lúcido ocurre cuando estamos totalmente dormidos y por eso es bastante difícil su obtención y el conseguir tenerlo cuando se quiera. Sin embargo la proyección onírica se hace cuando estamos despiertos y una vez dominada la técnica la podemos realizar cuando y cuanto deseemos (con ciertas limitaciones, claro).

Las proyecciones oníricas son equivalentes a los viajes astrales, proyecciones astrales, experiencias extracorpóreas, etc., pero estos términos han sido tan distorsionados por el mundo de la parapsicología, que mejor emplear el nombre proyección onírica.

El paso entre vigilia y sueño

Cada noche dormimos y cada vez que ello ocurre pasamos forzosamente de la vigilia al sueño. En este periodo de tiempo pueden acontecer varios hechos característicos. Si conseguimos pasar este momento manteniendo la mente despierta, entraremos con ella en el sueño.

Al acostarnos y cerrar los ojos, el cuerpo y la mente se preparan para dormirse: nos relajamos poco a poco, el ritmo de la respiración cambia haciéndose más lento y profundo, se pierde algo de consciencia, apareciendo pensamientos errantes, absurdos, etc. Al aumentar la relajación se va perdiendo la percepción de las diferentes partes del cuerpo. También se pueden empezar a oír voces y sonidos y a ver algunas imágenes, al tiempo que la mente se torna menos consciente. Ya cerca del estado de sueño, el cerebro pasará de estar bajo ondas beta y alfa a ondas delta y se perderá la percepción del cuerpo. En ese momento puede que el nivel de consciencia sea muy bajo o nulo y ya pasemos a estar dormidos sin notar nada más. Es lo que suele suceder.

Sin embargo, algunas veces, voluntaria o involuntariamente, la mente sigue consciente y aparecen sensaciones y percepciones extrañas:

  • Sonidos bruscos y fuertes (por ejemplo similar a truenos, parecen caer grandes objetos al suelo, romperse, zumbidos etc.) .
  • Imágenes repentinas y con gran realismo (caras acercándose, «ver» el entorno a través de los ojos cerrados, …).
  • Vibraciones (parece vibrar todo el cuerpo de forma más o menos intensa, …).
  • Descargas (como si sufriéramos una descarga eléctrica, …).
  • Ingravidez, caída (impresión de que se nos quita de repente la cama, de que estamos suspendidos por encima de ella, etc.).
  • Parálisis: el cuerpo ha quedado inmovilizado, no nos podemos mover (a veces se acompaña de un dolor en la espalda u otras sensaciones).

Si ocurre alguno de estos efectos (puede que se den varios, otros o ninguno de ellos) no hay que alarmarse: tienen causas físicas normales y además son indicativos de que «todo va bien»: nos estamos adentrando en el mundo onírico. Veamos cómo podemos pasar voluntariamente a ese maravilloso mundo:

Técnicas de Proyección Onírica.

Como ocurre en muchos otros campos relacionados con la mente, la relajación tiene una importancia fundamental para conseguir una proyección onírica. Si sabemos relajarnos bien, habremos conseguido ya gran parte de lo necesario. El resto es cuestión de concentración (y por supuesto de constancia).

Mantener la mente despierta mientras dormimos el cuerpo, he ahí la cuestión

I. Situarse
Nos emplazaremos en un lugar donde no seamos molestados. Acostados sobre la cama en una posición lo más cómoda posible . No deberemos estar ni demasiado cansados (nos dormiríamos) ni lo contrario .
II. Relajarse:
intentar relajar los músculos del cuerpo, por ejemplo siguiendo un orden determinado (empezando por los pies para terminar por la cabeza, etc.). Siempre manteniendo la cabeza bien lúcida. Conforme nos relajemos más y más profundamente es de esperar que ocurran ciertos fenómenos extraños.
III. Observar:
Desde el momento en el que cerremos los ojos, intentaremos fijarnos en la oscuridad que se encuentra «delante» nuestro. Veremos lo que se denominan luces ideoretinales (frágiles lucecitas e imágenes abstractas de varios colores que aparecen y desaparecen rápidamente), que se perciben siempre que estamos a oscuras y que no hay que confundir con las imágenes hipnagógicas. Por ahora la oscuridad es como «plana» pero es posible que de repente se torne como en 3 dimensiones: con un volumen. Surgirán quizás las imágenes hipnagógicas, que seguro nos sorprenderán por su realismo. En ese caso hay que tranquilizarse ya que sino todo el proceso quedaría anulado. Recordemos la importancia de mantenernos conscientes y no caer en el sopor.
IV. Prestar atención a las sensaciones corporales
A medida que nos relajemos las sensaciones corporales van a ir cambiando. Intentaremos fijarnos en todo momento en ellas. Gracias a ellas sabremos cuando «despegar» (entrar en un sueño). Es de esperar que sintamos primeramente como si el cuerpo se hiciera más pesado: nos estamos relajando: cuanto más, más pesados nos sentimos. Pueden surgir unas «ondas» (vibraciones) que recorran parte del cuerpo. Éstas no son molestas. Sin embargo es posible sentir algo similar a descargas eléctricas, que a veces son realmente intensas (tanto que parece como si hubiésemos metido los dedos en el enchufe). También quizás oigamos sonidos similares a zumbidos, o bien ruidos bruscos. Poco después (y no tienen porque ocurrir obligatoriamente estos fenómenos) sentiremos como parece que caemos repentinamente, o que nos deslizamos hacia adelante o hacia atrás, o que flotamos. En vez de ocurrir esto quizás nos encontremos paralizados (no hay forma de mover parte alguna del cuerpo y sentimos una opresión en alguna parte). Este es el momento clave: quiere decir que ya estamos entrando en un sueño aunque no lo parezca. Es el momento en que intentaremos «salir» al entorno (que ya es un sueño).
V. La «salida»:
Sabremos cuando entrar en el sueño debido a las sensaciones corporales o por las imágenes que veamos (por supuesto se pueden dar las dos cosas simultáneamente). Si es por las sensaciones (caída, deslizamiento, flotar, parálisis) querrá decir que ya estamos en el sueño. Pero no lo parece, ya que todo está a oscuras: Es El Vacío . Nos encontramos en El Vacío: todo es negro y no hay nada (ni siquiera nuestro cuerpo). Para «crear» un sueño a partir del Vacío podremos por ejemplo mirar nuestras manos (¡aunque no las tengamos!). Conseguiremos así el formar una imagen y con eso todo el entorno del sueño. Parece absurdo pero funciona muy bien. Una vez en el sueño todo es como en los sueños lúcidos. Es posible también que empecemos el sueño en nuestro cuarto o en otro lugar. Habrá que «levantarse» y comprobar si es de verdad (no suele serlo ). También podremos encontrarnos flotando por encima de nuestro cuerpo, etc. Otra forma de iniciar una proyección onírica es por medio de las imágenes hipnagógicas: Cuando veamos una que se ha vuelto «estable» (un paisaje, una calle, etc.) podremos intentar «entrar» en ella (por ejemplo «saltando»). Existe otra posibilidad bastante común y es la de quedarse, involuntariamente, momentáneamente dormido, perdiendo la consciencia y encontrarse seguidamente en El Vacío o en un sueño (quizás creamos que nos hemos despertado pero puede no ser así). Cuando tengamos suficiente experiencia, podremos así mismo intentar anticipar los fenómenos. Las personas experimentadas aprenden a saber, gracias a las sensaciones corporales, el momento en que pueden «salir del cuerpo» (entrar en el sueño), provocando esto por medio de una acción como «empujarse» fuera del cuerpo, deslizarse al entorno, etc.

RESUMIENDO:

lo importante es relajarse, observar la oscuridad, prestar atención a las sensaciones corporales, y sobre todo mantener la consciencia lo más despierta posible. Cuando lo creamos conveniente (por una imagen estable, por sentir caída, flotar, deslizarse o parálisis, o por haber perdido momentáneamente la consciencia) «saldremos» al sueño.

11. CONCLUSIÓN

El cerebro es un órgano sorprendente: consigue reproducir él solo, de forma casi idéntica, la realidad. Y no sólo eso, sino que además es capaz de improvisar y crear nuevos escenarios y situaciones.

Los sueños lúcidos ofrecen grandes posibilidades al ser humano. Se trata de un estado de consciencia diferente a los demás: es una mezcla que puede resultar fascinante. Pero no hay que obsesionarse con la cuestión ni abusar de ellos. Aunque podamos hacer cualquier cosa, en los sueños lúcidos no se da algo esencial en la vida humana: El compartir experiencias y vivencias con los demás.

Hay que permitir soñar de forma normal al cerebro. No se sabe qué función desempeña esto pero por algo se da. La posición aconsejable ante los sueños lúcidos creo es la de una buena curiosidad y ganas de conocer (tal como ocurre en otros temas relacionados con los estados de consciencia).

Es un fenómeno bastante desconocido aún en el medio científico, lo que provoca que no se tengan en cuenta para dar explicación a algunos fenómenos extraños. Así por ejemplo, la gran mayoría de las personas que creen haber sido abducidas, dicen haberlo sido al acostarse, durante la noche o por la mañana. Pero esto no es más que una proyección onírica involuntaria, un sueño lúcido o un falso despertar . Las apariciones tienen también las mismas características: la persona ha estado antes dormida y cree haber despertado: es un sueño lúcido. Los viajes astrales, etc. no son más que sueños lúcidos .

Los sueños lúcidos pueden ser realmente de gran utilidad para personas que tienen muchas pesadillas, y algunos psicólogos enseñan ya a sus pacientes cómo afrontarlas gracias a ellos .

Acerca de las actividades en los sueños lúcidos:

Somos libres de hacer lo que sea en ellos. Es conveniente dejar que algunos sean «automáticos»: que se desarrollen solos, siendo nosotros unos espectadores privilegiados. Así podremos entender mejor el funcionamiento de los sueños. Citemos algunas actividades comunes que se realizan en sueños lúcidos :

– Una de las actividades preferidas es la de volar. Por supuesto hay infinidad de modos de iniciar el vuelo y cada persona encontrará su método .
– El sexo es también, lógicamente, otro tema muy utilizado. Hay que señalar que los orgasmos que consigamos en el sueño suelen ser orgasmos reales (¡ojo con las sábanas!) .
– Viajes a otras culturas y lugares.
– Música: se puede tocar cualquier instrumento y como queramos (aunque a veces resulta difícil), también participar en conciertos, etc.
– Leer: leer resulta frecuentemente muy difícil: las letras suelen «bailar» o cambiar constantemente.

Existen otras muchas posibilidades y las podremos ir eligiendo y descubriendo nosotros mismos: El único límite es la imaginación.

¡Felices sueños a todos!

12. BIBLIOGRAFÍA

Existe un solo libro específico sobre sueños lúcidos en castellano (que yo sepa):

Sueños Lúcidos en 30 días. K. Harary y P. Weintraub. Ed. EDAF,1990.
Es un buen libro, aunque quizás un poco infantil. Por supuesto los plazos marcados para conseguir las diferentes cosas son figurativos. Como punto positivo está el llevar un orden concreto que hace que no nos abrumemos con mucha información y actividad .

El libro en castellano que se ha tomado como referencia para la parte dedicada a los sueños «normales» es:

Dormir y Soñar. Dieter E. Zimmer. Ed. Salvat (Biblioteca Científica), 1988.
Excelente, responde a la mayoría de las cuestiones sobre el tema, pero no nombra los sueños lúcidos.

Un libro de relatos sobre sueños:

Cuentos Oníricos. Edición preparada por J.A. Sánchez. Ed. Obelisco, 1985
Se trata de una recopilación de relatos que tienen como tema los sueños. Entre ellos hay escritos de Coleridge (el citado Kubla Khan), Nietzche, Kafka, De Quincey, Shakespeare, etc. Muy interesante y ameno.

En lengua inglesa existen muchísimos libros sobre sueños (y sueños lúcidos). El resto de documentación se ha conseguido a través de internet donde hay una inmensa cantidad de información. Se pueden conseguir algunos libros enteros sobre el tema. En concreto hay uno muy bueno sobre las proyecciones oníricas (aunque como siempre con el obligado toque ocultista):

Do OBE, Don DeGracia . Se puede conseguir en internet (utilizar un buscador)

Citaremos unas cuantas direcciones de interés (están todas en inglés o en francés).

The Lucidity Institut:
Es una de las direcciones principales sobre los sueños lúcidos. Lo malo es que es con ánimo de lucro. Aún así se puede conseguir mucha información y además varios capítulos de diferentes libros editados por ellos. Entre ellos partes de publicaciones de S. LaBerge (que es uno de los primeros científicos que han estudiado el tema) que son verdaderos «clásicos».
Dream Works:
Dirección que contiene bastante información, sobre sueños en general, sueños lúcidos, proyección onírica …
http:// ura1195_6_univ_lyon1.fr/maision.html
Buen lugar para aprender algo más sobre el aspecto científico de los sueños (y la facilidad con la que se experimenta con animales). No se habla de los sueños lúcidos. Está en francés. Artículos de M. Jouvet entre otros. También nos podremos suscribir a una mailing-list sobre sueños.

En las «Newsgroups» («parte» de internet donde la gente escribe y discute sobre un tema determinado) hay dos secciones a destacar:

alt.dreams : sobre los sueños en general.
alt.dreams.lucid :
quizás el mejor lugar donde aprender sobre los sueños lúcidos. Podremos preguntar nuestras dudas y ver lo que otros van consiguiendo o relatar nuestras propias experiencias. Cada día aparecen varios artículos nuevos…

2 Respuestas a “Sueños lúcidos

  1. ya, puede ser complicado, yo sólo he tenido pocas veces y en seguida me despierto porque me pongo demasiado contento de ver que puedo volar (que es lo que hago siempre lo primero…). En este enlace explican bien algunas técnicas por si te sirve….
    http://es.wikibooks.org/wiki/Sue%C3%B1o_l%C3%BAcido/La_experiencia/Las_t%C3%A9cnicas_de_inducci%C3%B3n
    Para mi lo más importante es tener un diario de sueños y una especie de table resumen de los sueños colgado al lado de la cama donde poder escribir el título del sueño sin levantarte de la cama… así no da pereza y luego al leer el título te vuelve el sueño y lo puedes escribir en el diario. Suerte!!!

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